Manifiesto por la fragilidad negra.

por Anderson Feliciano y Yosjuan Piña Narváez

Español

Somos el fracaso de la masculinidad negra somos un proyecto inacabado de masculinidad negra fracasamos ante el proyecto egocéntrico falo conquistador y sus rituales normativos para ficcionarnos los cuerpos que habitamos tienen la potencia de ser frágiles y la fortaleza de ser débiles somos cuerpos negros que habitamos la tristeza que habitamos la fragilidad frágiles como el fémur y el metatarso fracturados frágiles como la caja de frutas y verduras casi podridas compradas por 20 pesos argentinos en tiempos de neoliberalismo somos delicadamente negros somos también esas rudas feminidades negras encarnamos la mano desmuñecada la muñeca quebrada somos la rareza construida por la mirada de los otros. quisimos ser Nyune y volar por las tinieblas lujuosas somos como Zumbi, tenemos la fuerza de Dandara caminamos con el equilibrio de Saci estamos seguros de que vamos a equivocarnos nos movemos en un devenir frutas perversas corporizamos la alegría de Exu el movimiento de las ondas bailando hacia Yemanhá y los colores de Oxumaré somos marineras que bordeamos nuestros propios cuerpos como Juan Cândido con líneas de indiferencia y con lentejuelas y canutillos de afectos negros recibimos latigazos, tenemos heridas, heridas por la coloridad, heridas por la colonialidad no vivimos con el privilegio de la tranquilidad ya que desde niños nos gustaba sentarnos con las piernas cruzadas. Cruzar las piernas es también cruzar las fronteras rígidas de la masculinidad esa masculinidad que nos quiere arrancar el placer de comer fresas delicadamente con las piernas cruzadas en nuestras memorias el lobo siempre nos está espiando el azabache es nuestro espejo, allí y en el espejo de Oxum nos vemos y no vemos la exotización del erotismo y la erotización del exotismo de nuestros cuerpos negros absolutamente despersonalizados reivindicamos nuestra bestialidad nuestra rebeldía cimarrónica, nuestra no pertenencia al régimen de la frívola humanidad ocupamos la opacidad de la tierna bestialidad protegidos por la espada de Ogum confeccionamos otras sensibilidades negras, cumbres afectivas, cimarronajes afectivos inventamos otras historias narrativas que dejan la posibilidad de la mutación, reconfiguración, fabulación y fragmentación constante de nuestros negros recuerdos



Portugués

Somos o fracasso da masculinidade negra somos um projeto inacabado de masculinidade negra fracassamos diante do projeto ego falo conquistador e seus rituais normativos para nos ficcionalizar os corpos que habitamos tem a potência de ser frágeis e a fortaleza de ser débeis somos corpos negros que habitamos a tristeza que habitamos a fragilidade frágeis como o fêmur e o metatarso fraturados frágeis como a caixa de frutas e verduras quase podres compradas por 20 pesos argentinos em tempos de neoliberalismo somos delicadamente negros somos também essas rudes feminilidades negras encarnamos a mão desmunhecada a munheca partida somos a rareza construída pela mirada outra quisemos ser Nyune e voar pelas tinieblas lujuosas somos como Zumbi, temos a força de Dandara caminhamos com o equilíbrio de Saci andamos com a certeza de que vamos nos equivocar nos movemos em um devir frutas perversas corporizamos a alegria de Exu o movimento das ondas bailando para Yemanhá e as cores de Oxumaré somos marinheiras que bordamos nossos próprios corpos como João Cândido com linhas da indiferença e com lantejolas e canudinhos de afectos negros recebemos chicotadas, temos feridas, feridas pela coloridade, feridas pela colonialidade não vivemos com o privilegio da tranquilidade desde criança gostamos de sentar com as pernas cruzadas. Cruzar as pernas é também cruzar as fronteiras rígidas da masculinidade essa masculinidade que nos quer arrancar o prazer de comer morangos delicadamente com as pernas cruzadas em nossas memórias o lobo sempre está nos espiando o azavache é nosso espelho, ali e no espelho de Oxum nos vemos e não vemos a exotização do erotismo e a erotização do exotismo de nossos corpos negros absolutamente despersonalizados reivindicamos nossa bestalidade nossa rebeldia cimarrónica, nossa não pertenencia ao regime da frívola humanidade ocupamos a opacidade da terna bestalidade protegidos pela espada de Ogum confeccionamos outras sensibilidades negras, cumbres afectivos, cimarrónaje afectivos inventamos outras histórias narrativas que deixam a possibilidade da mutação, reconfiguração e fragmentação constante de nossas negras memórias