Somos una plataforma-red informativa sobre performance, performatividad e identidades críticas, originada en Santiago de Chile, y proyectada en diferentes territorios, que respaldada por diversas colaboraciones busca promover alianzas e intercambios entre quienes están produciendo y reflexionando desde la(s) escena(s) local(es), zonas cuyo imaginario social viene atravesado por tensiones y disputas que han levantado la urgencia de construir distintos acuerdos estratégicos/fácticos, que apunten a la visualización de los procesos y espacios generados por la práctica de performance; la producción y difusión de encuentros, talleres y modalidades de formación como charlas y textos que apuntan a un proceso de documentación, crítica, y el establecimiento de enlaces entre interdictos, desobedientes, abyectos y curiosos.
El 1 de febrero del 2016, en el marco del 2° Encuentro 24 horas de Performance, Santiago de Chile, realicé un acto titulado “10 tesis sobre la performance”. Introduciendo 10 cintas en mi boca, unidas entre sí por lanas, y comiendo un chicle, iba leyendo —considerando que la pronunciación no podía ser totalmente clara y que tenía que ladear mi cabeza para leer el texto— los 10 enunciados que salían de mi boca. Una vez leídos, los pegaba con el chicle en una parte del salón. Del acto no hay registro audiovisual ni fotográfico. Los enunciados eran los siguientes:
La performance no es una disciplina.
El soporte de la performance no es la imagen del cuerpo sino la acción.
La performance no es lo mismo que la performatividad: La performance siempre tiene un marco reconocible, por las cámaras y personas situadas alrededor de otro cuerpo.
La performance puede hacerse irreconocible a sí misma volviéndose performativa
La performance no debe buscar cautivar ni provocar la mirada, sino demostrar que la mirada no existe.
La performance interviene la infelicidad de la historia universal arriesgando lo anarco-común.
El performer no quiere expresar nada: hace lo que puede, obligándose a ser hecho por su acción.
La performance demuestra que además de la soledad de lo privado y lo público existe la performance.
No gires tu cabeza para leerme.
La performance hace de la pobreza la sorpresa de la expectativa.